Delegación de África
Yaounde, 17-19 de abril 2015
La reunión tuvo lugar en la comunidad de Jesús-Maria en Mendong, Yaoundé, Camerún, el viernes 17 de abril, 2015, por la tarde, a las 5:30 p.m. en la que participaron 18 Hermanas, 14 de Votos Temporales, entre ellas la Hna. Valle Chias que está en misión en la comunidad de Malabo, Guinea y cuatro Hermanas del Consejo de la Delegación de África. El tema de la reunión fue:“Nuestra Espiritualidad cotidiana”. Para el cual se tomó algo de un capítulo del libro, El Pequeño Príncipe, “Lo que atrae en el desierto, es lo que esconde un pozo en alguna parte”. Los fines de la reunión fueron: la integración de las prioridades de la Congregación, la profundización del conocimiento propio y la creación de una Delegación.
La reunión comenzó en un ambiente gozoso, presentándose cada una mientras se nos indicó el programa para el día y luego cada una expresó sus expectativas de la reunión que correspondían muy bien con el bonito comentario sobre el “Padre Nuestro”. Esto se refería a la realidad de las situaciones cotidianas y a nuestra comunicación con Dios y con las demás. ¿Dónde encontraría a Dios? Esta pregunta de acuerdo con la espiritualidad ignaciana fue animada por la Hermana Linda Abicha. Empezó definiendo lo que es espiritualidad como una manera de vivir nuestra relación con Dios y esto implica encontrar a Dios en todas las cosas y todas las cosas en Dios, e indicó cinco ocasiones importantes que ayudan a crecer espiritualmente y que son: en el trabajo, en las relaciones difíciles, en nuestras debilidades, en la soledad, y en el placer, teniendo en cuenta que somos hermanas contemplativas en la acción. Ella subrayó la necesidad del examen de conciencia diario que implica gratitud, revisión del día, pena, perdón y gracia. Confiando en el poder de Dios y en nuestros sencillos actos en el seguimiento de Jesús que no terminó en la cruz sino en la nueva vida de la resurrección en donde encontramos paciencia, resistencia y determinación para permanecer comprometidas con nuestros objetivos a pesar de las dificultades.
Vivir el discernimiento de acuerdo con las reglas de San Ignacio fue dirigido por la Hermana Sile Crowley, quien explicó la diferencia de los espíritus, los espíritus buenos y los malos. El buen espíritu nos ayuda a ir hacia Dios mientras que el mal espíritu nos aleja de Dios; debemos estar atentas y ser conscientes de nuestras mociones interiores para poder tomar buenas decisiones. El aspecto humano fue dirigido por la Hermana Judith Dossa, y comenzó con “Quién soy yo”, para profundizar en el conocimiento propio con relación al trabajo, la comunicación constructiva, la estima de sí misma (valor) las declaraciones positivas y pensamientos, ideas creativas que pueden ser muy efectivas en las realidades de las situaciones cotidianas de la vida.
Además, la Hermana Encarna Viarnés introdujo la danza contemplativa a las hermanas. Esto abrió nuestro corazón y nuestra mente a una nueva perspectiva sobre la danza. Los siguientes días en la Capilla tuvimos una sencilla coreografía que progresivamente conduce la mente al silencio, la serenidad y la oración interior. Se hizo principalmente en círculo que lleva a trabajar en comunión, responde al amor, anuncia la alegría, la paz, igualdad en las relaciones, el respeto y la fraternidad. Esta fue una manera en la cual se encuentra uno en un laboratorio aplicando estas nuevas actitudes a las situaciones cotidianas de la vida, actitudes que surgen de lo profundo del corazón al comunicar con el cielo y la tierra en acción de gracias, con bendiciones, consuelo y reverencia en la presencia del Señor.
Además no se dejó de lado la vida de Santa Claudina. La hermana Encarna nos hizo conocer las 16 cartas de Santa Claudina en relación a su sensibilidad, estas no eran religiosas, pero actúa con respeto a sus realidades, sus sentimientos verdaderos hacia su familia y esto es visible en su vocación como educadora.
Para concluir, la reunión de tres días terminó el domingo 19 de abril 2015, con una película cuyo título era “Camino hacia Emaús”. Esto profundizó nuestro sentido de pertenencia en unión con Jesús resucitado, diciendo con los discípulos: Acaso no ardían nuestros corazones… al escuchar y participar en este programa? Habiendo recibido la gracia se nos invita a vivir esta experiencia en nuestras respectivas comunidades y en cualquier parte donde nos encontremos, en espíritu de alegría, de esperanza y de amor.
Gracias de todo corazón al Consejo de la Delegación de África y por la cálida hospitalidad recibida de la comunidad de Menong, Yaoundé, Camerún.
Christiana Omonjeva, rjm.